"Promoviendo la Participación Ciudadana"

sd-05

InicioLO MÁS RELEVANTELos Cambios en el Gobierno

Los Cambios en el Gobierno

Columna 26 del mayo del 2019

Los Cambios en el Gobierno

Jorge Miguel Ramírez Pérezjorge miguel ramirez

 

A los miembros del gabinete, los secretarios y los que fungen como cabezas en los principales organismos del sector paraestatal, tradicionalmente se les ha visto como cercanos al presidente y por lo mismo, incluso, como prospectos para sustituirlo cuando el periodo del mismo termine.

No bien acaban de ser nombrados los altos funcionarios, para que el mundo de la política comience a especular sus posibilidades de ascenso como tema principal. Muy poco se discute sobre las habilidades y la experiencia que se necesitan para ocupar esos puestos de responsabilidad; esa tendencia de configurar cargos con perfiles, de alguna manera se han ido perdiendo. Y en la 4ª Transformación cuenta poco.

gabinete-amlo

La salida de Germán Martínez y de Josefa González Blanco sin credenciales suficientes en la administración pública, muestran que su incorporación fue por razones de compromiso en el periodo electoral o de viejas deudas de negociación que quedaron saldadas, como tal vez a muchos les va a acontecer. Sus nombramientos no se corresponden a sus habilidades en la cosa pública y menos a un peso específico de poder, que no sea reemplazable.

El gabinete de la 4ª Transformación, salvo excepciones es del tipo "úsese y tírese" como muchas cosas en este maravilloso y destructor siglo XXI.

¿Eran mejores otros gabinetes?

La respuesta es: no.

Las capacidades de esos gabinetes se medían básicamente en lo sentimental y lo utilitario, la cercanía con el titular; y en el pasado reciente, seguramente en la destreza de "reportarse" productivamente con lo que dejara de "beneficios laterales", llámese corrupción para la cabeza, de lo que llegó a ser más bien una clica, una banda, pues, de depredadores sin freno del patrimonio de los mexicanos.

Solo que en el pasado se procuraba hacer responsable al titular de la dependencia del nombramiento de algunos puestos bajo su jerarquía, mismos que como señalé arriba, no tenían un componente técnico, sino uno aberrante: contribuir a la bolsa y el placer de los mandos superiores. Un organigrama decadente moralmente.

Por eso cuando Germán Martínez se incorporó al Seguro Social, muchos comentarios eran tanto para entender la decisión como un contrapeso a los morenistas, si es que pudiera hablarse de ellos como una fuerza homogénea y propia; y no como un grupo amorfo de seguidores ocasionales y oportunistas de un político que se enfrentaba en lo electoral a toda la estructura del viejo sistema de partidos; como para concluir, que el Seguro era parte de lo que se le asignaba, para el expresidente del PAN con cargo al calderonismo.

Germán Martínez indisoluble en muchos sentidos con Felipe Calderón, si es de esa escuela de políticos con actitudes anti políticas y con los miedos suficientes como para no hacer nada relevante como cuando estuvo al frente del PAN; y menos algo eficaz, al frente de la Secretaría de la Función Pública, un organismo de "sepulcros blanqueados" que no cumplió con acercarles ni siquiera a distancia, el fuego justiciero, como pregonaron sus titulares durante ese sexenio, a los pillos de su presente y de su pasado administrativo

Creo sin embargo que con su renuncia, Germán Martínez mejoró su imagen de dudosa eficacia y honestidad al señalar que los recortes de la 4ª Transformación afectarían a los derechohabientes del Seguro Social de manera irreversible. Por lo menos se evidencio que las habituales políticas de los funcionarios de Hacienda son draconianas, no se corresponden a un análisis de la racionalidad de administración pública como debe ser; sino a una selección de números, en los renglones que sean, pero que signifiquen teóricamente ahorros que a la postre llenan de conflictos laborales y gastos adicionales lo que se pretendía reducir.

Malos de maldad porque basan su poder en la saña de ver sufrir a los burócratas de todo nivel; y malos técnicamente para hacer los recortes –que por cierto, urgen- en donde se debe y se puede lograr más. Esos han sido los Hacienda en todos los tiempos.

El caso de la salida de la señora Josefa González Blanco, sienta un precedente, pero no confirma una regla. La prepotencia de usar influencias públicas, para beneficio personal, señala que la dama en cuestión viene de compromisos con las raíces profundas del poder criollo, de la prosapia de la alta burocracia como méritos sobresalientes y de ninguna manera de las normas no escritas del oficio político. En ella se aplicó el ejemplo que a los Noroñas y en los Taibós, se perdona.

Tal vez Josefa personaje mas identificado a la improvisación como modelo para ocupar altos cargos, salió fortuitamente pagando por una conducta tradicional de desprecio a los derechos de los simples ciudadanos. Su padre, Don Patrocinio desde sus comienzos en Guanajuato como delegado general del PRI, remataba las alcaldías en postura abierta, en su suite del Real de Minas, a fines de los sesentas. "échale más" les decía.

El presidente no tiene porqué preocuparse Germán no encabezaría ninguna oposición, su carácter feo, se lo impide, es despreciativo y se siente único, cuando la política es un esfuerzo colectivo por definición. Y la señora, sencillamente cumplió con su papel, el de guardarle el lugar a otro compromiso mas reciente.

¿Los demás?: a remojar las barbas.