Cuidar el agua

agua2El agua es tan común al ser humano que nos parece que su naturaleza es fluir por las tuberías y llegar a nuestros hogares, pero ¿se ha preguntado qué sucedería si esto dejara de pasar?

Nuestro organismo está compuesto en un 75% de agua y para sobrevivir requiere diariamente de al menos dos litros de este vital líquido, mucho de él lo ingerimos a través de los alimentos y especialmente de las bebidas, pero aún así requerimos de beber algo de agua, hoy muchas veces embotellada por la desconfianza que nos da el agua de grifo por causas fundadas o por simple mercadotecnia, como sea, es fácil hacerse de un vaso de agua para beber.

Sin embargo, en la naturaleza, el agua potable no es tan común, de la enorme cantidad de este líquido que se encuentra en la corteza terrestre, sólo el 3% es dulce, el resto forma parte de los mares y no la podemos beber, al menos no sin gastar enormes cantidades de energía para purificarla. Aún del 3% del agua dulce, una tercera parte está congelada en los polos y las zonas altas, otra tercera parte se encuentra en el subsuelo y sólo la tercera parte restante fluye a través de los ríos y arroyos, muchos de ellos contaminados hoy en día.

Para que el agua llegue a nuestro hogar es necesario que pase por una serie de procesos: potabilización, purificación, bombeo o embotellado y transportación hasta llegar al grifo de la casa o la tienda de la esquina, eso cuesta dinero, mucho dinero, y muy buena parte de ese dinero es utilizado para concientizar a la sociedad para que no la desperdicie.

Los gobiernos federal, estatales y municipales destinan miles de millones de pesos anualmente para lo que se llama “Cultura del agua” y que no es otra cosa que la serie de anuncios que usted escucha y donde se señala la importancia de cuidar el vital líquido.

Desgraciadamente, como con muchos de los mensajes que salen del gobierno, no los tomamos en cuenta, y aún hoy, cuando el agua es racionada, cuando a cientos de comunidades debe ser llevada en pipas para satisfacer las necesidades más elementales, encontramos a personas irresponsables que la tiran para “lavar” la calle o el auto o juegan con ella y dejan que se desperdicie sin generar ningún beneficio para nadie y al final se justifican diciendo que la están pagando. Cuidar el agua no es un gusto que le debemos dar al gobierno, sino una necesidad real para todos, por favor, no la desperdicie, el día de mañana nos hará falta.